MITO DE HERACLES
Heracles es un héroe el grande de la mitología griega, hijo de Zeus y Alcmena, una reina mortal. Su nombre procede del nombre de la diosa ¨Hera¨ y de ¨Kleos¨ que en el griego antiguo significa gloria. Es decir: la gloria de Hera.
Son abundantes sus relatos mitológicos de los cuales el más conocido es: LAS DOCE PRUEBAS DE HERACLES. Hay varias versiones, pero la más común es que Heracles tuvo que realizar los doce trabajos como castigo por haber matado a su propia esposa y a su hijo en un ataque de locura provocado por su enemiga, la diosa Hera.
Primera prueba: Matar al león de Nemea. El problema de Heracles fué que aparte de la fuerza que presentaba la bestia su piel no podía ser dañado por ningún material. Solucionó el problema llevando al león a su cueva y estrangulándole con su fuerza
Segunda prueba: La segunda prueba del castigo de Heracles fue: Matar a la hidra de Lerna. El problema de Heracles fue que la bestia tenía siete cabezas que desprendían un halito mortal, y cuando las arrancaban volvían a crecer. Soluciono el problema aguantando la respiración durante la lucha contra la hidra y quemándole las cabezas para que fuera imposible que volvieran a rebrotar.
Tercera prueba: La tercera prueba del castigo de Heracles fue: Capturar a la cierva de Cerinia. La prueba debía llevarse a cabo sin causar ningún daño a la cierva, pues pertenecía a Artemisa que no lo hubiera permitido. Persiguió a la cierva durante un año entero hasta que por fin le ensarto una flecha en las pezuñas que sin hacerla daño, la inmovilizo.
Cuarta prueba: La cuarta prueba del castigo de Heracles fue: Capturar al jabalí de Erimanto. Debía capturarle vivo, así que persiguió al animal hasta una ventisca de nieve donde le alcanzó y le ató las patas.
Quinta prueba: La quinta prueba del castigo de Heracles fue: Limpiar los establos del rey Augias. La tarea debería llevarse a cabo en solo un día, los establos nunca se habían limpiado y estaban asquerosos, repletos de estiércol. La solución que empleo Heracles fue: Desviar el curso de dos ríos cercanos mediante canales para que atravesaran el establo y lo limpiaran en un santiamén.
Sexta prueba: La sexta prueba del castigo de Heracles fue: Acabar con las aves del lago Estínfalo. Por el lago, lleno de barro no se podía caminar ni andar, y al disparar a las aves, las flechas rebotaban en las plumas de metal. Consiguió espantarlas gracias a unas castañuelas de metal, y pudo abatir a muchas de ellas en vuelo porque en la parte de abajo no tenían plumas de metal, eran vulnerables.
Séptima prueba: La sexta prueba del castigo de Heracles fue: Capturar al toro de Creta. Sin ayuda de nadie tenía que capturarle vivo, el toro, aparte de su increíble fuerza era muy rápido. Heracles espero subido a un árbol a que el toro pasara por debajo, después se abalanzó sobre el lomo del animal y le domino gracias a una anilla en el hocico del toro.
Octava prueba: La octava prueba del castigo de Heracles fue: Capturar a las yeguas de Diomedes. Las yeguas eran carnívoras y su malvado dueño hacía que se comieran a los extranjeros. Heracles calmó el hambre de los animales haciendo que se comiera al propio Diomedes, tras lo que consiguió domarlas.
Novena prueba: La novena prueba del castigo de Heracles fue: Conseguir el cinturón de Hipólita, reina de las amazonas, un pueblo de mujeres guerreras. Las intrigas de la diosa Hera, que, disfrazada de amazona, hace difundir el rumor de que Hércules quiere raptar a la reina. Heracles debía rechazar los ataques de las amazonas pero no pude impedir que en la batalla muera la reina, de la que se había enamorado.
Decima prueba: La decima prueba del castigo de Heracles fue: Robar los rebaños del rey Geriones, un monstruo con tres cuerpos. Tenía un plazo para llevar a cabo esta prueba. Heracles llego navegando, que era más rápido, abre el estrecho de Gibraltar, entonces unido. Más tarde mato al rey.
Undécima prueba: La undécima prueba del castigo de Heracles fue: Heracles tenía que conseguir las manzanas del jardín de las Hespérides. Heracles tenía averiguar dónde estaba aquel sagrado país y conseguir evitar a sus guardianes: un dragón y tres ninfas. Ató al dios marino Nereo hasta que le revela el paradero del país y sostiene el universo para que el gigante Atlas, vecino del jardín, consiga las manzanas.
Duodécima prueba: La duodécima prueba del castigo de Heracles fue: Llevar ante Euristeo a Cerbero, el perro de tres cabezas que vigilaba los Infiernos. Heracles tuvo que bajar a los infiernos donde el dios Hades solo le dejaba capturar al cerbero sin armas. Heracles con todo su valor, agarro al perro por el cuello y resistió las picaduras de su cola de escorpión hasta que lo sometió.